Neuroeducación

Dentro de la disciplina de la neuroeducación o la neuropedagogía, se estudia el desarrollo neurológico; el proceso de enseñanza-aprendizaje, los procesos cognitivos a base de conocimientos y una de las funciones ejecutivas como lo es el proceso de atención. Se trata de integrar a las ciencias de la educación, la psicología y la neurología y trabajar en conjunto para el desarrollo integral de los estudiandos.

En primer lugar, esta disciplina explica que no hay una sola forma de aprender, que existen diferentes realidades y contextos que se toman en cuenta para que una persona logre un aprendizaje. Se deben de tomar en cuenta diversos factores para identificar estos procesos cognitivos en cada uno de nuestros alumnos y alumnas, ya que no aprende de la misma manera a quien se diagnosticó con TDAH (Trastorno por déficit de atención), Asperger o Autismo, por mencionar algunos.

Entonces, hay muchas formas de aprender, cada estudiante tiene la suya. La neuroeducación responde a la pregunta ¿Cómo aprende el cerebro? ¿Cómo logra cada estudiante estos procesos cognitivos?

Los procesos cognitivos son mecanismos mentales que se activan cuando vemos, escuchamos, observamos, leemos, hablamos. Estos procesos son: pensamiento, memoria, aprendizaje, percepción y atención. Cada uno se activa cuando se aprende algo nuevo; estos procesos forman parte de la vida cotidiana y el entorno de cada alumna y alumno. La interacción con el medio, sus emociones y su realidad forman parte de lo que aprende y cómo lo aprende. Cuando se aprende algo nuevo, se crean nuevas conexiones neuronales y cuando lo olvidamos se borran, las experiencias modifican el cerebro fortaleciéndolo o modificando estas conexiones.

La habilidad de tener la información activa y utilizarla para realizar actividades, corresponde a la llamada memoria de trabajo, que ayuda en el aprendizaje y la conducta del estudiante. En la adolescencia, la conducta juega un rol clave en el desempeño escolar y la vida en general de los estudiandos, de ahí que se deba considerar la regulación de sus emociones y el conocimiento de las mismas ya que forman parte de las funciones que realiza el cerebro frente a diversos estímulos. Aunque en la adolescencia, biológicamente, debe sufrir alteraciones en la conducta y su comportamiento “justificables” -en cierta medida- causadas por una serie de sustancias que pasan por el cerebro.

La educación se transforma ya que cada generación es un reto diferente y la sociedad avanza con ella; así pues, que debamos explorar diferentes disciplinas para obtener herramientas valiosas de enseñanza, propuestas de políticas públicas y contenidos que mejoren los planes y programas de estudio a favor de una nueva forma de enseñar con nuestros diversos contextos y realidades. Es necesario un trabajo interdisciplinario en nuestras escuelas que construya un método efectivo de enseñanza para cada estudiante, aunque parezca un reto, se debe plantear el trabajo en conjunto con toda la comunidad educativa.

El aprendizaje en el aula, más que ser un arte, es un conjunto de técnicas y herramientas que cada docente selecciona para su labor diaria en el salón de clases. Así pues, que la neuroeducación deba ser esencial en una etapa como la adolescencia donde se viven cambios significativos tanto a nivel emocional, físico, social y cognitivo. En esta etapa es importante el acompañamiento desde diversos enfoques para lograr el pleno desarrollo de cada adolescente.

Como profesionales de la educación, es importante capacitarnos en esta perspectiva que nos brinde estrategias para llevar a cabo en nuestras aulas. Ya que así, podremos visualizar los procesos por los que pasa el cerebro para realizar ciertas tareas específicas y cómo apoyar a cada uno de nuestros estudiantes.

Entonces, según la neuroeducación, ¿Cómo podemos saber si el estudiante está aprendiendo algo? Por medio de la conducta; si hubo un proceso cognitivo de atención, habrá una acción por medio de la actividad que realizará y su lenguaje verbal y no verbal lo expresarán explicando el procedimiento o la actividad realizada.

Por otra parte, es importante identificar lo que realmente le impide al estudiante aprender, haciendo desde un análisis visual y estratégico en el aula, un examen diagnóstico, una entrevista con los padres de familia o tutor a cargo del adolescente para determinar ciertos factores que impiden que esté aprendiendo correctamente, considerando que, como docentes no podemos diagnosticar ni realizar evaluaciones psicológicas, es importante invitar a los padres con un experto a que realice las evaluaciones correspondientes, subrayando el propósito de beneficiar al estudiante.

La neuroeducación es importante en la vida docente, ya que nos permitirá identificar algún problema o trastorno del aprendizaje y nos brinda mejores estrategias de enseñanza para poder trabajar con nuestros estudiantes de manera que todos puedan obtener con distintas estrategias un aprendizaje significativo y un desarrollo integral. Es importante, tener actitud frente a estos retos, empatía y constancia para que esta visión de la enseñanza en un trabajo interdisciplinario, fomente enseñar con diferentes métodos y estrategias y que el alumnado aprenda a su manera y a su forma, sin limitaciones.

Dentro de la disciplina de la neuroeducación o la neuropedagogía, se estudia el desarrollo neurológico; el proceso de enseñanza-aprendizaje, los procesos cognitivos a base de conocimientos y una de las funciones ejecutivas como lo es el proceso de atención. Se trata de integrar a las ciencias de la educación, la psicología y la neurología y trabajar en conjunto para el desarrollo integral de los estudiandos.

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